¿El trabajo a distancia nos ha acercado?

Hace algunos meses nos preparábamos para una reunión con un cliente importante. Nosotros con nuestra mejor cara para atender la video llamada, dispuestos a presentar nuestra propuesta y del otro lado, una mujer visiblemente interesada y con intención de poner toda su atención en la reunión. De pronto aparece en la pantalla la cara curiosa de una niñita de 5 años con intención de saludar y ser parte de la conversación.

Antes de la pandemia y el forzado teletrabajo, los roles laborales y personales estaban significativamente disociados. Hoy nos miramos a través de una pantalla, pero con los roles traslapados, dándonos cuenta finalmente que el trabajo de oficina creaba una ilusión de separación entre las necesidades, problemáticas y quehaceres personales cotidianos y las obligaciones laborales. Hoy vemos a través de las videollamadas que finalmente son múltiples los roles, pero es una misma persona.

Durante mucho tiempo pretendimos ser un “cargo” para el que fuimos contratados, pero la pandemia cerró la puerta del lugar donde nos comportábamos “normales” y nos abrió una ventana ver al otro en su real entorno.

De forma intempestiva, la pandemia ha acelerado un proceso que ya la Organización Internacional del Trabajo avizoraba en el horizonte: el boom del teletrabajo, y con ello todas sus consecuencias, las cuales apenas estamos tratando de entender y adaptarnos. Ahora el teletrabajo ya no es solamente una circunstancia sino se tornó en una realidad permanente, en la mayoría de casos.

¿Mirarnos, aun sea tras la pantalla, en medio de nuestra vida personal, donde se comparte espacio con niños, mascotas, pasatiempos, realidades, nos ha abierto una puerta a la empatía? ¿Conocer más del otro, al mirarlo por la pantalla en su habitad natural, puede encender el sentido de la empatía?

aprendizaje elearning

Otro desafío… el trabajo en equipo

La situación atípica en la que se han visto numerosos equipos de trabajo está a la vista. A partir de la falta de contacto presencial, se han visto resentidas las dinámicas laborales más básicas como congeniar reuniones, horarios o tareas entre pares. Esto ha puesto sobre la mesa un enorme desafío para los líderes y las organizaciones: cómo coordinar equipos a distancia, manteniéndolos enfocados y motivados.

Sin dudas, la falta de vínculos, la ausencia de reuniones y la virtualización de las conversaciones tienden a desmotivar y a repercutir en la sostenibilidad de los equipos. No está de más agregar que ya de por sí, debido al impacto de la pandemia en aspectos sanitarios, económicas y humanos, los miembros de la organización pueden encontrarse desmotivados y con dificultades para brindarse al máximo.

La pandemia ha rediseñado la organización del trabajo y sus métodos. Coordinar equipos de trabajo a distancia se ha vuelto una problemática desafiante para muchos líderes y organizaciones.

La empatía como herramienta

La inteligencia emocional, tan necesaria para potenciar el desarrollo de uno mismo como de un equipo, tiene un gran aliado en la empatía. ¿De qué se trata la empatía? De la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Ser empático es poder comprender la perspectiva de la otra persona.

Poder visibilizar nuestros sentimientos y comunicarlos con nuestros compañeros de trabajo puede ser un puntapié inicial para que todos lo hagan. Encontrar eco en estas situaciones, puede ser reconfortante y también motivante. Vincularnos, reconocernos en el otro, abrir nuestras sensaciones como también mantener una escucha activa será de gran valor para que los equipos se mantengan unidos.
Por supuesto, no se debe dejar de lado el diseño y ejecución de estrategias para coordinar y gestionar los equipos, sus tareas y los objetivos que se persiguen. Pero el factor humano y social, de un grupo de personas que se sostienen y potencian cuando transitan sus tareas y vivencias en la misma sintonía es vital en estos tiempos de fragilidad e incertidumbre.

La ayuda de la Metodología DISC

Poder contar con herramientas que nos brinden soporte y nos ayuden a tomar mejores decisiones en este contexto es algo muy valioso. Una de esas herramientas es la Metodología DISC. Esta metodología efectiva permite reconocer los distintos tipos de personalidades que conviven en una organización, sus problemas de comunicación y cómo abordarlos para darles solución.

A partir de la evaluación que realiza la Metodología DISC, se reflejan comportamientos humanos en diferentes niveles. Estos son:

  • El nivel de decisión: cómo respondemos a problemas y desafíos
  • El nivel de interacción: cómo nos relacionamos e influenciamos a los demás.
  • El nivel de serenidad: cómo respondemos a los cambios.
  • El nivel de cumplimiento: cómo respondemos a las reglas y procesos.

Además, dicha metodología cuenta con una versión empresarial ideal para diagnosticar los equipos de trabajos y cómo potenciarlos dentro de la organización. Abarcando una amplia gama de factores, la Metodología DISC logra un diagnóstico preciso que ayudará a optimizar la comunicación, la interacción y dirección de un equipo de trabajo.

Coordinar un equipo de trabajo en tiempos de distanciamiento social es una misión compleja. Hemos visto cómo reforzar la unión de los miembros de una organización es fundamental para contenerlo y mantenerlo enfocado en pos de lograr los objetivos. Para ello, es indispensable apoyarse en la empatía y en una comunicación fluida y estrecha.

Además, se cuenta con una herramienta magnífica para el desarrollo de competencias y habilidades en todos los niveles laborales: la Metodología Disc. Esta herramienta nos ayudará a gestionar mejor los equipos de trabajo, ya que nos permitirá conocer el comportamiento de los miembros de la organización, sus fortalezas y debilidades, y el entorno de trabajo que mejor les sienta, entre otros factores esenciales.

Artículos relacionados

Respuestas

¿Conversemos?

Tenemos una solución para cada desafío.
Cuéntanos tus necesidades y objetivos en una reunión con nuestros consultores.

Ingresa tus datos de contacto